No hay dos sin tres
Nada hace pensar que una repetición de las elecciones fuera a aclarar las cosas, ¿y qué haríamos entonces, repetiríamos la repetición?
Madrid
No hay dos sin tres, he aquí un refrán inquietante. Porque nada hace pensar que una repetición de las elecciones fuera a aclarar las cosas, ¿y qué haríamos entonces, repetiríamos la repetición? La encuesta de ayer de Metroscopia revelaba que los ciudadanos no tienen muchas ganas de volver a las urnas, y que aunque lo hicieran, bailarían algunas cifras pero estaríamos ante dificultades muy similares para construir mayorías. Y habríamos consumido un tiempo que ahora mismo empieza ya a pesar como una montaña de plomo. Como era fácil de imaginar, arrecian las presiones. Presionó Juncker desde Bruselas, en los próximos días va a presionar Davos, en cada jornada presiona sin palabras la bolsa, y presionan desde todos los rincones en España, y presiona sobre todo la situación en Cataluña. A medida que pasen los días se va a acentuar la idea de que unos vuelan y otros siguen en el atasco, mientras las distancias se ensanchan y tenemos desactivados todos los instrumentos de mediación. Máxime cuando incluso la Corona se negó a recibir a la presidenta del Parlament. A mi juicio, un error, y no pequeño.
Los días se van a hacer muy largos. ¿Se imaginan así hasta mayo o junio? ¿Y si, para colmo, no hay dos sin tres?