Política sostenible
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Madrid
A Rajoy le toca ensayar su investidura aunque lo tiene casi imposible. No tiene socios disponibles. Pero ha de intentarlo cuando se lo encargue el Rey. Después llegará el turno de la izquierda, que tampoco lo tiene fácil aunque por motivos distintos. De entrada, todo el PSOE tiene que comprender que hoy ya no es un partido hegemónico. La representación de izquierdas está repartida y dispersa. A día de hoy solo un acuerdo permitirá a la izquierda volver a gobernar. Cosa distinta es que ese acuerdo sea sólido, conveniente y posible de gestionar especialmente para el PSOE, que es el que más tiene que perder. Quizás en este 2016 los partidos entiendan que es necesario hacer política a largo plazo, sostenible y tendente a los acuerdos.
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Foto de archivo de Antonio Hernández-Rodicio / CADENA SER
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Foto de archivo de Antonio Hernández-Rodicio / CADENA SER
Para Podemos este panorama también tiene sus riesgos. Mientras adaptan su deseado asalto a los cielos a la dinámica y los límites de las instituciones, mientras gestionan sus propios líos internos y asumen que negociar implica aceptar cosas de la otra parte, es clave saber si ir a nuevas elecciones es o no su principal estrategia. Si fuera así, cualquier intento de Pedro Sánchez será estéril.
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Puede que haya una posibilidad, quizás remota, de un acuerdo del PSOE con el partido de Albert rivera. Exigiría que Podemos se abstuviera permitiendo esa investidura o que votara en contra en una pinza con el PP. Estratégicamente, colocaría a los de Pablo Iglesias en una coyuntura difícil. Pero alcanzar la investidura solo con 130 diputados y sin el apoyo de Podemos en el Parlamento es más malabarismo que política.
Dicho eso, no parece que unas nuevas elecciones fueran a mover demasiado el balance entre el bloque de derecha y el de izquierdas. Y si es cierto que ningún partido desea otras elecciones, de aquí, solo salimos con pactos.