No todo vale
Normalidad anoche entre los futbolistas, pero no en las gradas, donde ha brotado un sarpullido de pancartas y cánticos intolerables
Madrid
Me alegró anoche la normalidad que hubo entre los jugadores en el partido de Cornellà entre el Espanyol y el Barça. Porque fue tan violento y tan bronco el anterior en el Camp Nou, que tenía algunos brotes de revancha, pero no. Se limitaron a jugar al fútbol y ganó el Barcelona.
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Normalidad en los futbolistas, pero no en las gradas, donde ha brotado un sarpullido de pancartas y cánticos intolerables. Insultos corales que ya se escucharon el martes en Sevilla contra el Betis, a pesar de que el Sevilla estaba goleándoles.
Me resultó estúpida esa crueldad entre andaluces de la misma ciudad, como me resultaron estúpidos esos cánticos y esas pancartas ofensivas anoche en Cornellà. Porque están prohibidos, están penados con sanciones al estadio y a la grada.
¿Qué hacer ahora? Porque la actitud del Espanyol fue modélica para calmar los ánimos y tampoco el Sevilla tiene culpa de la ordinariez y crueldad de los que disfrutan insultando. Pero, ¿cómo hacer cumplir las nuevas normas? Porque espero que se cumplan.
Si no se cumplen, volveremos al camino del "vale todo". Y por ahí entran los violentos y por ahí empieza la violencia.