Lo que aprendimos del ébola
El primer caso de ébola en el mundo se registró en Guinea en 1976. Desde entonces ha habido 25 epidemias. La última de ellas, que sigue activa en Liberia, ha afectado a cerca de 29.000 personas en el mundo, de las que más de 11.000 han muerto
Madrid
Los tres casos registrados en Liberia hace unos días, o la recaída de la enfermera escocesa Pauline Cafferkey, que ha superado la enfermedad por segunda vez, demuestra hasta qué punto el ébola no se ha extinguido, por mucho que los países se declaren libres de ébola transcurridos los periodos de incubación y de vigilancia especial. Se trata de un virus que permanece activo en reservorios naturales una vez que ha afectado a una zona, y en cualquier momento puede reactivarse si no se dan las condiciones adecuadas para su control.
En España hubo dos muertes por ébola: los misioneros Miguel Pajares y Manuel García Viejo (contagiados en Liberia y Sierra Leona, respectivamente). Además, en nuestro país se produjo el primer contagio fuera de África, el de Teresa Romero, enfermera del hospital Carlos III de Madrid. Los tres casos sirvieron para crear una mayor concienciación de lo que implica el ébola, incluso a escalas de contagio reducidas. Esto ha favorecido que mejore la financiación a las organizaciones que trabajan en los países endémicos. Y también se ha aprendido mucho sobre el virus, especialmente en las unidades específicas que se abrieron en los hospitales Carlos III y Gómez Ulla, de Madrid. "Hemos aprendido que hay que estar mejor preparados", señala José Félix Hoyo, responsable de Operaciones Internacionales de Médicos del Mundo. "En líneas generales, podríamos haber aprendido más. Tenemos, todavía, la oportunidad de aprender más, de compartir los conocimientos adquiridos al haber tratado miles de casos en África, con los que hemos obtenido al tratar los casos en España. Deberíamos aprovecharlo en el futuro, y no volver a dejar pasar 40 años para poder aprender más".
Investigación, prevención y control
La actual epidemia se originó en una región al sur de Guinea, en diciembre de 2013, aunque no se supo hasta marzo de 2014. Y entonces, con 60 casos, ya era tarde para atajarla. "Los mecanismos de alerta temprana no funcionaron, porque no existían", asegura José Félix Hoyo. Tal vez hubo exceso de confianza en que los brotes iban a ser tan controlables como los anteriores pero, en este caso, los países no estaban preparados: no tenían experiencias previas, y los contagios se dieron, sobre todo, en entornos urbanos. En diciembre de 2014 ya se producían 600 casos a la semana en Sierra Leona, lo que suponía toda una alerta mundial.
Por eso, ahora que el brote está prácticamente controlado, todo el mundo hace balance de las lecciones aprendidas. "Hemos aprendido que la seguridad, en salud, es global. No depende, únicamente, de que unos países estén muy bien preparados y otros que no estén preparados", señala el responsable de Operaciones Internacionales de Médicos del Mundo. "Pero tenemos que trabajar para que los organismos que controlan esta seguridad tengan una capacidad de respuesta más rápida, y para mejorar los sistemas sanitarios de los países que no tienen esa capacidad de respuesta".
- El paradigma de Sierra Leona
Hasta que se produjo esta epidemia, no se había invertido lo suficiente en investigación sobre el ébola. Se ha avanzado más en un año que en los 39 anteriores. Así que avanzar en el estudio del virus se antoja esencial para conseguir erradicarlo. "El ébola no se ha extingido", advierte José Félix Hoyo. "Hay grandes avances, como una vacuna. Pero seguirá habiendo riesgos mientras no haya vacunas y tratamientos que sean eficaces, estén testados y funcionando a gran escala. El virus no ha terminado. Está allí todavía. Es endémico. Podría ocurrir otro brote en cualquier país. De hecho, hay una veintena de países en África que cumplen las mismas condiciones para que se produzca un brote de similares características".
Decisiones erróneas
"Esto no hubiera ocurrido". Así de tajante se muestra el responsable de Operaciones Internacionales de Médicos del Mundo. La Comunidad Internacional ha invertido más de 6.000 millones de euros en combatir esta epidemia de ébola. Reformar los sistemas sanitarios de los tres países de África occidental más afectados hubiera costado 1.500 millones. "Al principio de la epidemia costó muchísimo trabajo obtener financiación para seguir trabajando en prevención, porque la prevención no parecía ser lo importante. Todavía sigue costando. Podemos dejarlo otra vez de lado, pero está claro que tenemos que trabajar en esos países, que tienen sistemas de salud pública muy débiles, porque de otro modo, en un mundo globalizado, esto nos afecta a todos", concluye José Félix Hoyo.
Carlos Cala
Empieza en la radio en 1992, en la emisora de la Cadena SER en Morón de la Frontera, trabajo que simultanea...