Un día raro
Lo más probable es que hoy se escenifique una fractura muy profunda en la sociedad catalana. Va a ser difícil que mucha gente se pueda sentir optimista ni en Cataluña ni en toda España.
Madrid
Hoy va a ser un día tenso, pero también muy raro. Primero, se votará en el Parlament la resolución por la que se insta al Gobierno catalán a desconectarse de la legalidad española. Se supone que la resolución será aprobada con los votos de Junts pel Sí, la coalición que lidera Artur Mas, y la CUP. Pocas horas después, ese mismo Parlamento dirá que no se pone de acuerdo a la hora de elegir Gobierno, así que nadie recibirá el recado anterior. Junts pel Sí y Artur Mas no contarán con el apoyo de la CUP y, salvo que se produzca una especie de tamayazo a la madrileña, no reunirá la mayoría necesaria. Se abrirá así la posibilidad de convocar nuevas elecciones autonómicas en un plazo de dos meses. Mientras tanto el Gobierno nacional, reunido en consejo de ministros extraordinario, tomará la decisión de recurrir ante el Tribunal Constitucional la mencionada resolución. Todo esto a un mes y diez días de que se celebren elecciones generales en todo el país.
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Es difícil ser optimistas si se atiende a la presidenta de la Cámara, la señora Forcadell, que ha anunciado que “llegará hasta donde sea” para garantizar el proceso de secesión. Cuando un político dice que “llegará hasta donde sea”, los ciudadanos, todos, deberían echarse a temblar. “Lo que sea” suele acarrear el desprecio de las personas más débiles en beneficio de ideas más rotundas. En fin, habrá que escuchar lo que dicen los protagonistas del debate porque siempre es importante oír lo que se habla en un parlamento democrático. Lo más probable es que se escenifique una fractura muy profunda en la sociedad catalana. Difícil que hoy mucha gente se pueda sentir optimista ni en Cataluña ni en toda España.
Soledad Gallego-Díaz
Es periodista, exdirectora del periódico 'EL PAÍS'. Actualmente firma columnas en este diario y publica...