Nadal vuelve al origen de su tenis
El jugador de Manacor deshace el camino para mostrar una versión parecida a la de sus inicios, remontando partidos y ganado puntos a base de fe
Nadal se pone la cinta en Berçy / Dean Mouhtaropoulos (Getty Images)
Madrid
Hubo una época en la que se decía que el mejor golpe de Rafa Nadal era la cabeza, posteriormente en 2013 hubo una fase en la que Nadal prescidió de su cabeza gracias a un tenis primoroso y luego llegó un tiempo en el que ni los golpes ni la cabeza ayudaron a Rafa.
Está siendo la temporada más dura en la carrera del tenista español más laureado de la historia. "Mi lesión está en la cabeza", ha comentado en varias ocasiones a lo largo del curso, siempre buscando el camino de reencontrarse consigo mismo y casi siempre dándose de bruces con la realidad.
En 2015 hemos a Nadal hacer cosas que jamás había hecho antes. Le hemos visto perder tie-breaks con mucha ventaja, dejar escapar juegos al servicio con 40-0, incluso le hemos visto sufrir en la tierra batida. Sin embargo nunca se ha rendido y cuando entrábamos en la fase que peor se le ha dado siempre, Rafa ha vuelto a dejarnos boquiabiertos.
Las pistas duras y cubiertas de Asia han asistido al reencuentro de Nadal consigo mismo. "Gane o pierda, estoy disfrutando", dijo Nadal en Basilea tras tener que remontar tres partidos seguidos para acabar perdiendo en la final con Federer. Pero todo empezó en Shanghai, fue en un partido con Karlovic donde el balear vivió más de dos horas en alambre, dos horas en las que pudo tanto perder como ganar.
Desde aquella victoria, la mente de Nadal es otra, parece de nuevo acostumbrada al sufrimiento. Rosol, Cilic y Dimitrov le obligaron a remontar tras perder el primer set, también lo hizo ante Federer pese a acabar perdiendo. Este jueves Rafa dio otra vuelta de tuerca salvando un punto de partido con Anderson y dejando puntos épicos en momentos delicados.
La mente de Nadal parece curada y la ansiedad por fin olvidada. La cura no ha sido obra de ningún milagro, simplemente ha sido consecuencia de volver al origen, al Nadal de 2005, a ese jugador sufridor y más atlético que pegador. Para Rafa, el tenis ha vuelto a empezar.
