Bisexuales
Esta semana La Tana, el alter ego de Celia Blanco, quiere que hagamos un juego
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Secuencia de la serie 'Sense 8' / NETFLIX
![Secuencia de la serie 'Sense 8'](https://cadenaser.com/resizer/v2/SRSPQG3L6NIL5GJ2EDQRNYJOHQ.jpg?auth=f89fd8c881d5fc05469e5b928cd5b0966c16364d3054e2a719f7daceb1041138)
Madrid
Juguemos al “¿Y a éste?” En plan desvirtualización de aplicación de móvil con la que se ligue y aprovechando que nos cruzamos con un montón de gente, juguemos a admitir con quién podríamos tener sexo.
Sin conocerlos de nada y sin hablar. Sí, no. Sin más.
Cada uno le pone los peros que quiera al que se cruce. Tardamos tres segundos en perder de vista a esa persona y tenemos que discernir en virtud de su sexo, su aspecto, sus facciones, dimensiones o su altura. No eximiremos de la criba más que a los menores.
Esto es sexo señores, no delito.
Hombre, cuarenta y pocos años, alto, moreno, grande. Podría empotrarme si quisiera y sabrá apreciar una buena comida de polla. Sí.
Mujer, más de cincuenta y menos de sesenta. Elegante, media melena, mirada triste. No.
Hombre, más de cincuenta. Poco pelo, arrugado como su traje. Me devora con la mirada en esos tres segundos. No.
Mujer, treinta y pocos. Alta, huele bien. La quiero con tacones y entre mis piernas. Sí.
Puedo atravesarme Madrid entero si la partida está interesante. Siempre gano, no me quedo sin polvo imaginario.
Otra cosa sería que de verdad tentáramos a la suerte, que dejáramos de imaginar y empezáramos a saber. Que dejáramos abiertas nuestras camas a la posibilidad de explotar en ellas sin que fuera determinante la feminidad o masculinidad del sexo que nos penetrara.
Ese juego sí que nos da miedo.