Si ellos pueden, nosotros no

Madrid

Termina la legislatura con aroma de fin de época, que habrá que ver en diciembre si alumbra de verdad un tiempo nuevo. Pero lo que desde luego tiene que empezar es otra manera, otros modos de afrontar la financiación de los partidos y la gestión de los público, no solo desde el punto de la transparencia de las instituciones o la rapidez y la eficacia del Tribunal de Cuentas sino desde la rendición de cuentas políticas cuando se detectan irregularidades y se abre una investigación.

No es de recibo que cualquier investigación sobre saqueo de dinero público acabe reducida a casos particulares, como ha hecho y hace el PP con Bárcenas, Granados, Matas o Fabra, por no mencionar a Rato, o bien atribuyéndolo a la persecución política, como hace Artur Mas, envolviendo las sospechas sobre Convergència en la bandera de Cataluña.

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Si a ellos no les importa el daño que hacen a la Justicia, si con tal de salvar su pellejo político, son indiferentes a la sangría de dinero público que se ha ido por las alcantarillas hasta los paraísos fiscales, a los ciudadanos no puede darnos de ninguna manera igual.

Hoy vamos a conocer la Encuesta de Población Activa del tercer trimestre del año. Sea como sea, nos dirá qué hay en este país en torno a cinco millones de personas que quieren trabajar y no pueden. Un país que ha salido de la recesión y la crisis, que crece al 3 por ciento, y mantiene ese porcentaje de parados, muchos de ellos ya sin ninguna prestación ni ayuda del Estado, abandonados a la ayuda de sus familias o de las ONG, muchos jóvenes que tienen que buscar en la emigración la oportunidad de prosperar que no tienen aquí.

Ese país no puede tener ninguna contemplación con quienes se corrompen y derrochan nuestro dinero, por supuesto, pero tampoco con quienes no asumen por elevación la responsabilidad que les corresponde.

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