A Antonio Cañizares
Arzobispo de Valencia
Madrid
Eminencia Reverendísima y arzobispo de Valencia, menudo desayuno el suyo de esta mañana preguntándose al modo retórico “si la invasión de emigrantes y de refugiados es todo trigo limpio” y “si vienen simplemente porque son perseguidos”. En su opinión muy pocos lo son y se requiere lucidez no vayan a ser el caballo de Troya. Le vemos así alineado con el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y alejado del Papa Francisco a quien es imposible imaginar diciendo cosas semejantes. Repase la parábola evangélica del trigo y la cizaña antes de seguir disparatando. ¿Entendido?