Maestra a los veintidós
Garbiñe Muguruza cierra su mejor año certificando su pase al Master con las ocho mejores raquetas del mundo.
A los tres años cogió por primera vez una raqueta, a los seis ingresó con sus hermanos en la Academia de Tenis de Sergi Bruguera, con apenas 15 ya era profesional y a los 18 jugó por primera vez en Miami con una Wild Card dejando fuera a dos top ten, Zvonareva y Penetta.
Garbiñe Muguruza no ha dejado de progresar y tardará en olvidar este 2015, a pesar de que, por el momento, no ha conseguido ningún título (el único torneo WTA que acredita es de la pasada temporada). Comenzó en febrero debutando con España en la Copa Federación, en julio jugó la final de Wimbledon ante Serena Williams, metiéndose entre las diez primeras del mundo y, recién cumplidos los 22 años, ha sellado su clasificación para jugar el Master Femenino de Tenis con las ocho mejores raquetas del mundo a partir del 25 de octubre en Singapur (ahora mismo es quinta en el ranking de la WTA)
No ha sido fácil. Quizá la presión, los nervios o las molestias que arrastra en su tobillo le jugaron una mala pasada a la hispano-venezolana que perdió el primer set 6-1 ante la croata Lucic, lo que le llevó a descargar su frustración rompiendo la raqueta. Pero se rehízo y celebró tanto su cumpleaños como su nuevo inscripción en la prestigiosa lista de maestras del tenis.
A pesar de pasar por un mal momento tras proclamarse finalista en Wimbledon, momento tras el cual rompió con su entrenador de siempre, Alejo Mancisidor, Garbiñe ha vuelto a recuperar la confianza con su nuevo preparador, el francés Sam Symuk, que ya hizo un gran trabajo con tenistas como Azarenka o Bouchard.
Temporada tras temporada Muguruza, con un juego basado en un gran saque y golpes muy planos desde el fondo de la pista, va recogiendo los frutos de un trabajo que comenzó en Caracas hace casi 20 años.
