Voces bajas

Madrid

Una de las mejores novelas recientes es el relato familiar de Manuel Rivas, Las voces bajas, emocionante recuento de la vida. Esa expresión, Las voces bajas, sería ahora eslogan con el que sobrevivir en estos tiempos. Cuando hay ruido en las casas lo que se impone es bajar la voz, hablar como si se empezara de nuevo. Hasta ahora hemos escuchado una dialéctica de hierro a veces hiriente. En las voces bajas no caben ni los mítines ni las desconsideraciones. Las voces bajas reclaman educación y respeto, y si no los hay, pues ya saben ustedes qué pasa cuando no los hay, se alza la voz y esto no hay quien lo arregle.