¿Una trampa graciosa?
Mas pretende formar un Estado distinto, pero conservar al mismo tiempo el Documento Nacional de Identidad español para que sus ciudadanos puedan moverse libremente por Europa
Madrid
La idea de mantener una doble nacionalidad se le ocurrió hace ya bastantes años a algunos asesores del lehendakari José Antonio Ardanza, sólo que aquella formulación era más lógica que la actual de Artur Mas. Lo que se estudió entonces era el reconocimiento del País Vasco como nación, capaz de generar una nacionalidad, pero dentro de un único Estado, el español. Los ciudadanos de Euskadi tendrían la nacionalidad vasca y la española, pero serian ciudadanos de un único Estado plurinacional.
Lo de Mas parece más extraño, porque pretende formar un Estado distinto, pero conservar al mismo tiempo el Documento Nacional de Identidad español para que sus ciudadanos puedan moverse libremente por Europa, en tanto que españoles, y sus mercancías puedan circular también libremente siempre que acrediten venir de España.
Lo más insólito de todo es que este tema haya salido en el último minuto dentro del debate entre el ministro José Manuel García Margallo y el dirigente independentista Oriol Junqueras. Seguramente, los votantes favorables a la independencia están igual de confusos que los no independentistas. ¿Qué sentido tiene provocar una secesión si a renglón seguido se guarda la nueva nacionalidad en un cajón y se enseña el DNI español en todas las fronteras? ¿Es posible que se hayan creído que es una ocurrencia muy graciosa y original? Pues ni lo uno ni lo otro.
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Soledad Gallego-Díaz
Es periodista, exdirectora del periódico 'EL PAÍS'. Actualmente firma columnas en este diario y publica...