Nos interesa que haya tensión
Por lo que dicen los sondeos es ahora Rajoy el que necesita tensión, echar carbón a la caldera para que aumente esa participación. Pero movilizar no es tan fácil como parece
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Madrid
En las vísperas electorales de 2008, el presidente Zapatero, ante un micrófono indiscreto, dijo aquello de “nos interesa que haya tensión”, y el PP montó la tremolina. No tenía por qué, puesto que todos los partidos lo han dicho en un momento o en otro.
Iñaki Gabilondo en la redacción de la Cadena Ser / CADENA SER
Iñaki Gabilondo en la redacción de la Cadena Ser / CADENA SER
En cada campaña electoral hay quien desea que los días pasen sin hacer ruido y los que necesitan que suba la temperatura, que se polaricen las posturas para aumentar la participación. Por lo que dicen los sondeos es ahora Rajoy el que necesita tensión, echar carbón a la caldera para que aumente esa participación. Pero movilizar no es tan fácil como parece. Primero, porque junto a argumentos racionales se precisan argumentos emocionales, y esos han escaseado. Y segundo, porque se paga el precio de la inconsecuencia.
Es difícil de entender que si el independentismo puede acarrear la catarata de desgracias que ahora se anuncian, nuestro gobierno haya permanecido impávido, mirando las musarañas y con el electroencefalograma plano, mientras tal amenaza crecía de forma espectacular. Necesitamos que haya tensión, sí. Desde hace años.
