Suma de errores
Cabe preguntarse cuál sería hoy la expectativa si el PP no hubiera recurrido el Estatut, cuál si Convergència no hubiera utilizado su poder institucional para remar a favor de esta idea
Madrid
Las encuestas dan casi un empate entre los partidarios y detractores de la independencia. Tanta pasión soberanista, tanto sacar músculo en la calle, para empatar a la orilla de las elecciones.
Por eso cabe preguntarse cuál sería hoy la expectativa si el PP no hubiera recurrido el Estatut, cuál si Convergència no hubiera utilizado su poder institucional para remar a favor de esta idea. En qué punto estaríamos hoy sin campañas contra los productos catalanes o si el Gobierno hubiera entendido que debía trabajar para ofrecer soluciones.
Y por último, en qué posición estaría una buena parte del independentismo si el ejecutivo catalán no se hubiera dedicado a difundir con dinero público el "España nos roba", el supuesto déficit fiscal y el paraíso por venir.
Quizás el independentismo seguiría en algo más del 30%, como hace solo una década. Por cierto: la independencia tuvo uno de los porcentajes más bajos de adhesión según la Universidad Autónoma de Barcelona en 1992, coincidiendo con la gran inversión de dinero público para las Juegos Olímpicos.
Parece claro: de los polvos de los errores en ambos lados, los lodos amenazantes de hoy.