No hay atajos
Si por arte de magia apareciera mañana una Constitución reformada, todo seguiría igual. Porque no necesitamos renovar un texto, necesitamos renovar nuestra voluntad de convivir
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Madrid
Cambien las leyes a la carrera, si lo desean, pero no se equivoquen porque no hay atajos. Incluso si el independentismo es derrotado el 27 de septiembre, un 75 por ciento del Parlament reclamará un nuevo estatus en su relación con el Estado. Y será imprescindible abrir un diálogo profundo con Cataluña, porque el encaje de Cataluña con el Estado va a necesitar ser revisado a fondo, y ese diálogo va a desencadenar inexorablemente un diálogo a fondo en España.
![Iñaki Gabilondo en la redacción de la Cadena Ser](https://cadenaser.com/resizer/v2/F4OYYMRXAZNMHF42J43DEFNVYI.jpg?auth=281ad0b39a14088a58d099df9e27dd03ba32413b27abaaba4fc4be272532e8fc&quality=70&width=650&height=780&smart=true)
Iñaki Gabilondo en la redacción de la Cadena Ser / CADENA SER
![Iñaki Gabilondo en la redacción de la Cadena Ser](https://cadenaser.com/resizer/v2/F4OYYMRXAZNMHF42J43DEFNVYI.jpg?auth=281ad0b39a14088a58d099df9e27dd03ba32413b27abaaba4fc4be272532e8fc)
Iñaki Gabilondo en la redacción de la Cadena Ser / CADENA SER
No se trata de decidir si necesitamos reformar la Constitución. Ese sería el último capítulo. Miren ustedes, si por arte de magia apareciera mañana una Constitución reformada, todo seguiría igual. Porque no necesitamos renovar un texto, necesitamos renovar nuestra voluntad de convivir, y necesitamos construir ese nuevo consenso del cual la reforma constitucional sería consecuencia y colofón.
¿Por qué pudo lograrse en el 75? Siempre he creído que, entre otras muchas cosas, por miedo. Creo que el nuevo consenso que necesitamos en muchos campos, el primero Cataluña, no será posible hasta que nos asustemos. Y sospecho que no vamos a tardar porque motivos para asustarse ya hay ahora mismo.