No han aprendido nada

Madrid

La proposición de Ley para que el Tribunal Constitucional pueda sancionar o suspender directamente a quienes no acaten sus sentencias es una pésima idea. No porque pueda ser interpretada como una ley destinada ex profeso a Artur Mas, que también, sino porque es una ley que va a erosionar todavía más la confianza de los ciudadanos españoles, no solo de los catalanes, sino todos los ciudadanos, en las instituciones.

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Por eso la iniciativa del PP es una pésima noticia. Porque implica que el Partido Popular y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no han aprendido absolutamente nada de lo ocurrido en los últimos años y que siguen pensando que se puede usar impunemente las instituciones  como convenga, en beneficio de intereses particulares. Y eso es una desgracia. Una de las mayores desgracias políticas que padecen los sufridos ciudadanos de este país: la utilización y consiguiente desprestigio de las instituciones por parte de quienes deberían defenderlas.

El Tribunal Constitucional es una de las instituciones más importantes de este país. Si sus sentencias no se acatan, son otros tribunales los encargados de hacerlas obedecer. Una vez más, iniciativas como la lanzada ayer por el Partido Popular no son malas porque afecten a los independentistas catalanes, sino porque perjudican a todos los ciudadanos, catalanes o murcianos, da igual.