En el túnel electoral

Madrid

Inauguramos un curso político intenso y que puede ser posiblemente testigo de relevantes cambios tanto en la conformación del Gobierno, en el encaje o desencaje de Cataluña en España así como de las reformas de nuestra arquitectura institucional. Llegamos a las elecciones catalanas y las legislativas sin haber abordado alguna reforma. Sin embargo, suceda lo que suceda en estas elecciones, la reforma de la Constitución formará parte del debate junto a la financiación autonómica o la reforma del sistema electoral.

El PP, desde luego, llega a las citas mejor que hace un año. La economía empieza a funcionar, a su modo, pero funcionando, y es su mejor reclamo electoral. Se habla mucho de los 140 de Moragas. El número de diputados que el nuevo hombre fuerte del PP aspira a lograr. O sea, que perderían 46 escaños. Mientras, van a cargar día sí y al otro también contra el PSOE: por la radicalidad de su líder, por su pacto oculto con Podemos y por ser una amenaza para la recuperación. Por lo demás, Rajoy llega como un líder gastado, hundido en las encuestas y con la duda de si una victoria le serviría para gobernar.

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Por su parte, en el PSOE encaran este cuatrimestre convencidos de que Pedro Sánchez crece cada día. Calculan que hoy estarían entre los 115 y los 125 escaños, lo que significa que no terminan de despegar en las encuestas, de adelantar al PP. En ese sentido, recuerdan que sus expectativas se producen pese a tener a Podemos a la izquierda, que podría sacar hasta 40 escaños. En todo caso, defienden que el clima en torno al liderazgo de Pedro Sánchez es otro. Hace año y medio se comparaba al PSOE con el Pasok, camino de la extinción. Y desde las Europeas hasta la pasada primavera se instaló que Podemos los adelantaría. Ambos peligros conjurados, dicen. De momento, van a comenzar el curso poniendo el acento en dos asuntos de calado: la educación y la inmigración.

Por su parte, Podemos intenta conjurar los resultados de las encuestas, que los sitúa a gran distancia del sueño del sorpasso al PSOE. Ciudadanos trabaja por obtener unos resultados que les permita influir. Tendrán su propia propuesta de reforma constitucional, que puede ser el fielato por su apoyo. IU trabaja en crear su propio frente de izquierdas ante la evidencia de que Podemos no les quiere y UPYD afronta el difícil reto de mantenerse en el Congreso.

Así comienza el curso. Con la primera parada en Cataluña. Llevamos mucho tiempo preguntándonos si el presidente Rajoy tenía alguna estrategia, algún plan, algún ardid para evitar que la situación haya llegado hasta aquí. Nos interrogábamos los periodistas por saber en qué propuestas reservadas trabajaba Rajoy para evitar que se sustanciara el desafío rupturista que va a tener lugar. Queríamos saber si había negociaciones reservadas, interlocutores secretos. Bueno, pues ya sabemos la respuesta. No había nada.

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