Pues estamos donde estábamos, a la espera de la política

Madrid

Ganó el "no" y lo hizo, además, con largueza. Es un resultado muy favorable para Tsipras, que refuerza su posición interna, pero no está claro que ese presunto triunfo sirva para algo más. Tiene Grecia un problema imposible de resolver, y es que ya se puede poner su gobierno del derecho o del revés que su futuro pasa porque sus ahora enemigos, de Bruselas o del Banco Central Europeo, tengan la amabilidad de soltar el dinero, más o menos 60.000 millones de euros en los tres próximos años. Una broma.

Ampliar

Cerrar

Tsipras esgrimirá su triunfo –traigo el mandato de mi pueblo, dirá- pero nunca debería olvidar que también Hollande, Merkel, o Rajoy han sido elegidos tan democráticamente como él mismo y rinden cuentas a sus votantes como Syriza a los suyos. Varoufakis volverá a Bruselas a discutir con quienes ha llamado terroristas, pero todo hace suponer que los obcecados austericidas, aunque algo cedan -nadie quiere el famoso Grexit- variarán muy poco sus propuestas tras el órdago del referéndum. Veremos si por fin se aceptará algún tipo de quita de la deuda como sugirió el FMI. Estamos, pues, donde estábamos, por mucho músculo que Tsipras quiera exhibir. O el BCE suelta la pasta o Grecia será un caos. Y Tsipras, entonces, deberá tomar la gran decisión.

La alta política es un juego complejo. Lo otro es el futbolín.