Un pulso que ya no es económico

Madrid

El domingo va a haber referéndum en Grecia. Alexis Tsipras ha anunciado esta tarde que lo mantiene y mantiene también su petición a los griegos para que voten no en la convocatoria. El primer ministro dice que no cede a lo que considera un chantaje de Europa, y que la victoria del no reforzaría a Grecia de cara a las negociaciones.

Es lo último de una jornada, otra vez intensa, con pasos adelante, con pasos atrás. Con momentos en los que parecía que Tsipras cedía a las condiciones de los acreedores, momentos en los que cedía pero no a todo, dudas sobre la celebración del referéndum. Pero al final, Tsipras no cede y mantiene su plan de preguntar a los griegos por esas condiciones, porque dice que el veredicto de un pueblo es mucho más poderoso que la voluntad de un gobierno.

Mantiene, pues, el pulso con las Instituciones Europeas. Un pulso que, ya hace tiempo, ha dejado de ser económico y es ya una cuestión política. Desde Europa se quiere ver a Siriza fuera del gobierno de Grecia, mensaje incluido a otros partidos, con ideas parecidas. Desde Syriza se quiere ganar fuerza llevando a la mesa de negociación no solo a los representantes políticos sino a todo el pueblo griego.