Tragedia griega
La situación en Grecia es resultado de dos factores: la desastrosa actuación política de los distintos gobiernos griegos y la hipocresía de los poderes financieros. Tienen la obligación de encontrar vías de acuerdo
La firma de Iñaki Gabilondo: 'Tragedia griega'
01:03
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Madrid
Se diría que el guion lo ha escrito Eurípides, porque parece una tragedia griega perfecta. Hoy han entrado en colisión dos principios oficialmente sagrados. Uno dice “la soberanía reside en el pueblo”. El otro dice “las deudas se tienen que pagar”. Solo que el primer principio otorga a los pueblos un poder virtual mientras que el segundo otorga a los acreedores un poder real. Por eso, la convocatoria de un referéndum el día 5 de julio para saber si los griegos están dispuestos a aceptar la última propuesta europea, lo que en teoría sería irreprochablemente democrático, ha sido considerado una provocación.
La situación en Grecia es resultado de dos factores: la desastrosa actuación política de los distintos gobiernos griegos y la hipocresía de los poderes financieros. Unos vivieron en el caos económico y otros se lo permitieron y se lo financiaron a manos llenas. Por eso tienen la obligación de encontrar vías de acuerdo, en el plazo o fuera del plazo, y no romper sino seguir negociando incluso si el referéndum dice no.
El viejo sueño europeo que ya está hecho harapos se iría a pique si el que ya no puede más queda abandonado a su suerte en alta mar.