Así se elige a un alcalde

Madrid

Muchas manos agarrarán hoy por primera vez el bastón de mando. Otras, después de bastantes años tendrán que acostumbrarse a vivir sin él. Como establece la Ley del Régimen Electoral General, 21 días después de las elecciones más de 8.100 ayuntamientos votan a sus nuevos alcaldes y concejales. Para constituir las corporaciones primero se crea una mesa de edad integrada por 3 ediles elegidos, ordenados de mayor a menor según la fecha de nacimiento. Ellos son los encargados de dirigir el pleno. Su trabajo consiste en comprobar las credenciales y asegurarse de que asisten al menos la mayoría absoluta de los concejales. Si no es así la ley explica que la sesión debe convocarse dos días después.

A continuación se procede a la elección del alcalde mediante votación de los concejales. En los municipios de más de 250 habitantes solo pueden aspirar a serlo los cabezas de lista de las distintas candidaturas. Será elegido regidor local quien consiga la mitad más uno de los votos. Si ninguno se hace con mayoría absoluta se procede a una segunda votación en la que será proclamado el ganador de las elecciones. En caso de empate se recurre al sorteo como método de elección. Tras jurar o prometer el cargo comienzan cuatro años de gobierno que en muchos pueblos y ciudades estarán protagonizados por la acción de los partidos emergentes. Simbólicos son los cambios en los ayuntamientos de Madrid o Barcelona.

El traspaso de ese bastón o vara de alcalde es una tradición simbólica, no obligatoria, que se remonta a las primeras civilizaciones. Según algunos arqueólogos ya en la prehistoria aparecieron ejemplares hechos de hueso tallado y que representaba el poder del jefe la tribu. En España, por Real Orden de 14 de noviembre de 1853, se otorgó a jueces, magistrados y fiscales. Más tarde se otorgó también a los alcaldes.