'Hablar', Un pedazo de vida
Joaquín Oristrell dirige Hablar, una película con 20 personajes rodado en un solo plano secuencia de 79 minutos
Madrid
El director Joaquín Oristrell coge la batuta en Hablar para contar en 79 minutos, en un plano secuencia, retazos de conversaciones que discurren en los 500 metros que separan la plaza de Lavapiés y la sala de Teatro Mirador de Madrid. El proyecto nació en la escuela de teatro de Cristina Rota que desarrolló improvisaciones de actores que escribieron sus propios personajes que hablan sobre la vida y la crisis.
La película se rodó en dos noches de agosto de 2014. Se hicieron 4 tomas y solo la última es la que llega a los cines. 20 actores y actrices como Raúl Arévalo, Sergio Peris Mencheta, Juan Diego Botto, Marta Etura, Antonio de la Torre, Nur Levi, Maria Botto, Miguel Ángel Muñoz, Petra Martínez, Goya Toledo o Secun de la Rosa participan en Hablar proyecto.
A FAVOR: Hablar irradia vitalidad y energía. Ese plano secuencia de tal envergadura rodado en un barrio vibrante y variopinto como Lavapiés transmite al espectador la tensión y fugacidad de la vida misma. Es un fresco palpitante de la crisis y el estupor que siente la sociedad española ante la magnitud del abandono en el que han quedado muchos ciudadanos. Es a ratos irregular, pero se ve impulsada por la magia teatral que produce la ausencia de manipulación de la sala de montaje. Hay grandes interpretaciones y momentos sobrecogedores como la discusión de Botto con Astrid Jones, la tristeza de Estefanía de los Santos o la bronca que recibe Miguel Ángel Muñoz de la veterana Carmen Balagué.
EN CONTRA: Ceder la escritura de los personajes a los actores ha pasado una factura alta al equilibrio narrativo de la historia. Hay personajes sobreactuados y con textos artificiales como los de Nur Levi, Maria Botto y el de Marta Etura que desprenden un tufo de seminario universitario que restan credibilidad y naturalidad de ese paseo por la vida. Sin embargo, pese a los altibajos y los monólogos demasiado intensos, Hablar resulta en conjunto una refrescante película que nos recuerda que la sociedad se construye entre miles de voces y que todas cuentan.
