Reuniones secretas, actitudes ridículas

Madrid

Una solo imagen condensa hoy la deseable normalidad y la lógica aplastante. Manuela Carmena se ha reunido hoy con el presidente de Bankia. La candidata de una plataforma que sostiene un discurso crítico con el sistema financiero cara a cara con el presidente de unas de las entidades que será objeto de algunas de las primeras políticas que ahora Madrid quiere aplicar en la capital. Con normalidad y toda la lógica.

Carmena con Goirigolzarri, Rajoy con Sánchez y Sánchez con Pablo Iglesias y ayer Rivera con Sánchez y Rajoy con Rivera... Esta semana, España ha inaugurado oficialmente el nuevo tiempo: la política, la gestión de la vida debe ser a partir de ahora multilateral, ya no se entenderá sin el diálogo a varias bandas, sin la multiplicación de las voces y de los esfuerzos. La ausencia de mayorías dominantes debe traducirse en una verdadera permeabilidad y no en una simple flexibilidad táctica. Los despachos del poder político y del económico tienen que abrirse para contaminarse con otros puntos de vista, para que otros dejen la huella en las paredes.

Esta semana hemos dado un paso pero sigue siendo insuficiente... está incompleto porque antes o después Mariano Rajoy deberá recibir a Pablo Iglesias y Pablo Iglesias deberá estar dispuesto a acudir al Palacio de la Moncloa... por muy poco que se quieran o por mucho que se desprecien mutuamente.

Está incompleto porque es absurdo lo que hoy han hecho Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, esa reunión con aire de clandestinidad que roza el ridículo.

Y es insuficiente porque siendo bueno como lo es que se reúnan, es imprescindible que sepamos para qué, de qué han hablado, qué están tramando, qué acuerdos han cerrado, esa sería la demostración de que han vuelto a tomarnos en serio, de que han entendido el mensaje... que no olviden que después de votar, seguimos queriendo saber.

Únete al canal de WhatsApp de la SER