El alarido de Ronaldo
Reflexión sobre el "tremendismo" postelectoral a izquierda y derecha
Madrid
Quiero creer que son exaltaciones postelectorales, hijas del entusiasmo o del pánico. Yo al menos me las estoy tomando a beneficio de inventario, como los desahogos después de mucha presión, como el alarido de Cristiano Ronaldo al ganar el balón de oro, ya me entienden.
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Iñaki Gabilondo, en la Cadena SER / JAVIER JIMÉNEZ BAS
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Iñaki Gabilondo, en la Cadena SER / JAVIER JIMÉNEZ BAS
Por ejemplo, lo de Ada Colau cuando anuncia que no acatará las leyes que le parezcan injustas, porque por ese camino iría al despeñadero. Por ejemplo, lo de los sectores financieros que auguran la desbandada de los inversores, porque eso sería considerar a dichos inversores tan idiotas como para pensar que un ayuntamiento puede determinar la economía nacional.
Este tipo de tremendismo no es nuevo. En el año 82, la derecha hablaba de la manzana podrida de la que saldría el gusano socialista que se iba a quedar con todos nuestros ahorros. Y en el 96, la izquierda contratacó hablando del dóberman, aquel dóberman de la derecha que se iba a comer crudos a los pobrecitos trabajadores.
Luego, cuando pasa un poquito de tiempo, los terribles fantasmas se desvanecen y llega lo peor, los problemas de verdad.