“El obispo de San Sebastián vincula el amor al sexo de una forma perversa”
En 'Sexo con alma y cuerpo', el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla da lecciones sobre sexo. Hablamos de ello con la psicóloga y terapeuta sexual, Verónica Portillo
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'Sexo con alma y cuerpo', así se llama el polémico libro del Obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, que ofrece pautas para vivir, según él, una “vida afectiva saludable" y que dedica al sexo. En él defiende la castidad, rechaza la educacion sexual en la escuela y dice que las mujeres tienen procesos hormonales con los que a veces les da por limpiar. Hemos comentado alguna de las perlas de este libro con Verónica Portillo, psicóloga y terapeuta sexual, que para ella "con todos los avances que hemos hecho parece lamentable perlas de este tipo."
Verónica Portillo: “El obispo de San Sebastián vincula el amor al sexo de una forma perversa”
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En el libro, el obispo escribe sobre la masturbación que es "una especie de violencia sobre el cuerpo, porque pretende arrancarle el placer, sin vivir a cambio la verdad del amor que le da sentido". "En el ámbito de terapia sexual creemos que la masturbación es básica" dice la especialista en sexo, por lo que "en pocas cabezas cabe". La masturbación es una forma de explorarse y conocerse y de fomentar "el amor propio".
Cuando tienen la menstruación, según el obispo, las mujeres "sienten mucho, de tal manera que afectan incluso a sus estado de humor [...]; a algunas les da por la actividad o por la limpieza". Para Portillo parece una excusa para oprimir a la mujer, "parece una excusa sexista para meterse con la mujer". Además, arremete contra el uso de preservativos lo que es, en palabras de la psicóloga sexual, "grave".
La apuesta por la castidad como práctica general está a lo largo del libro y para Verónica Portillo "roza lo antinatural porque los seres humanos somos seres sexuados". "Mutilar la sexualidad de esta manera es no vivirla", dice, "es mutilar una parte de nuestro propio ser". El obispo habla como si no tuviésemos derecho al placer. "Asocia el sexo al amor de una forma perversa; es cortar el derecho al placer".
En otro tramo del libro, el obispo de San Sebastián lamenta que "la gran mayoría de los cursos de educación afectivo-sexual que se imparten en la red de enseñanza pública son abiertamente antinaturales por haber asumido la ideología de género. No ofrecen una educación sexual sino una mera enseñanza de la práctica genital". La psicóloga sexual también se queja de la educación sexual de las escuelas, pero porque la califica de "pobre": "No se dedica suficiente tiempo al sexo ni al amor". Se nos enseña sobre el amor romántico, una práctica que puede llevar a abusos y discriminaciones y la educación se centra exclusivamente a los genitales. "Necesitaremos más tiempo para tratar el tema de sexualidad más abiertamente".
"La suciedad está en los ojos de quien mira", concluye Virginia Portillo.