Frente a información, filtración

Madrid

Dos notas sobre el caso Rato. Una, las filtraciones están sustituyendo las informaciones oficiales. Dos, las goteras suelen ser indicio de crisis. Sobre la primera, Antonio Casado señalaba ayer en ‘El Confidencial’ de forma muy pertinente la amarga verdad de que el Parlamento no puede tener por razones legales datos que, sin embargo, llegan a los medios de comunicación a través de filtraciones procedentes de organismos oficiales y además el PP impide cualquier comisión de investigación. Así que el Parlamento, cáscara vacía. Y a falta de datos, todos seguimos buscando, y el Partido Popular el primero, manos negras, secretas intenciones y nombres. Dicen que Rajoy ve sombras y que habla solo, y que los pasillos de Génova parecen la corte de los Medici con corbata.

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Sobre lo segundo, no es que a un partido lo destrocen las filtraciones, es que las filtraciones aparecen porque hay previamente destrozos. Cuando yo era Director de informativos de Televisión, con la UCD cuesta abajo, llegué a recibir un dosier contra un ministro enviado por otro ministro. Las filtraciones son como la fiebre, síntoma de infección, y anuncian decadencia como el canto del tordo anuncia la lluvia.