Algunas matizaciones

Madrid

El Partido Socialista se proclamó ayer ganador indiscutible de las elecciones autonómicas andaluzas, con el mismo número de escaños que tenía, y el Partido Popular certificó una pérdida brutal de votos, de más de veinte puntos, y de escaños. Podemos no alcanzó el nivel que preveían las encuestas, pero demostró que esta ya instalada como una fuerza política muy importante y Ciudadanos presentó su carta como partido de alcance nacional. Izquierda Unida fue el principal perdedor de la primera cita electoral del año.

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Esas podrían ser las primeras conclusiones de la jornada de ayer. Pero a partir de ahí habrá que hacer muchas matizaciones. Susana Díaz consiguió un éxito personal, al revalidar en las urnas la presidencia de la Junta, pero se ha quedado a ocho escaños de la mayoría absoluta. La victoria puede tener un buen efecto psicológico en toda España y, desde luego, dará ánimos al PSOE y a Pedro Sánchez, pero la realidad es que los socialistas han vuelto a perder voto en su mejor territorio: en estas elecciones han pedido tres puntos de voto popular. Sera también interesante comprobar si el PSOE ha recibido, como parece, voto procedente del desastre del Partido Popular.

La derrota del PP es especialmente dolorosa para el partido porque fue el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien se echó a la espalda la campaña electoral. El fracaso es inapelable, peor todavía, porque Ciudadanos, su mayor competencia en el centro derecha, le ha arrancado en su presentación nada menos que un 10% de voto.

Como casi siempre, las encuestas se equivocaron al colocar a Podemos como primera o segunda fuerza política andaluza, pero no hay que despreciar su 15% de voto porque Andalucía es un territorio especialmente difícil y reunir casi 600.000 papeletas implica que el partido de Pablo Iglesias ha tenido votos en prácticamente todos los pueblos de la Comunidad.