De padres, pepas y pepes...
Recuerdos en el día de San José.
Madrid
Claro que me acuerdo de mi padre, todos los días; era uno de los derrotados de la posguerra, pero no hubo un día en que no sintiera cierto regocijo de vivir. Le encantaban las películas del Oeste y reír las ocurrencias de los que venían a casa. Cuando yo era niño le quitaba los zapatos llenas de la tierra donde trabajaba y a mi me hacíagracia cómo se vestía, con un cinturón que él mismo se hacía para atarse los pantalones.
Y como es el día de los Pepes y las Pepas, me acuerdo también de Pepe Toledo, el médico, un hombre luminoso cuya generosidad curó tanto con la palabra como con las manos, tan buen cirujano fue.