La guerra de los Rose
La sesión de control al gobierno es un acto parlamentario absurdo. PSOE y PP se comportan como esos matrimonios avinagrados que están cazados en el cepo del reproche constante
La firma de Iñaki Gabilondo: 'La guerra de los Rose'
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Madrid
La sesión de control al gobierno es un acto parlamentario absurdo. No es útil para que el gobierno se explique, pues jamás lo hace, y sólo sirve para que el PP y el PSOE continúen autolesionándose porque, se empiece donde se empiece, siempre terminan en los ERE y en la Gürtel. Ayer el ministro de Defensa era preguntado por el caso de la capitán Zaida Cantera, víctima de acoso en el Ejército, presuntamente. Bueno, como estaba previsto, Morenés no aclaró nada, se fue por los cerros de Úbeda y sólo le faltó decir: “si usted quiere saber más, vea a Jordi Évole”.
Iñaki Gabilondo, en la Cadena SER / JAVIER JIMÉNEZ BAS
Iñaki Gabilondo, en la Cadena SER / JAVIER JIMÉNEZ BAS
Tras la infructuosa pregunta llegó el enésimo capítulo de ‘La guerra de los Rose’, PSOE y PP, que se comportan como esos matrimonios avinagrados que están cazados en el cepo del reproche constante, que se buscan de manera enfermiza para librar una pelea eterna que saben que les destroza pero que no pueden evitar. Creen que liberan carga con argumentos del calibre de “tu cáncer es mayor que el mío, tu metástasis es más grave que la mía”. Es grotesco.
La sesión de control al gobierno parece organizada por los departamentos de márquetin de Podemos y Ciudadanos.
