Por fin, una batalla política magnífica

Madrid

Es posible que la batalla que se va a producir por la alcaldía y por la Comunidad de Madrid sea la más atractiva desde las primeras elecciones democráticas, allá en 1979. Por primera vez en muchos años, los candidatos tienen una fuerte personalidad política y representan opciones, no ya distintas, sino claramente enfrentadas. El último nombre que ha conocido, el de la jueza Manuela Carmena, como candidata de Podemos a alcaldesa, es un magnifico símbolo de ese cambio, como lo fue también la candidatura a la Comunidad del socialista Ángel Gabilondo.

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Habrá que reconocer que sin el revulsivo político que ha supuesto la irrupción de Podemos como auténtica alternativa de voto, los madrileños se hubieran visto abocados, de nuevo, a una triste contienda electoral, en la que nadie pronuncia una palabra más alta que otra, porque la batalla está en manos de abúlicos aparatos burocráticos.

Eso se ha acabado. Es una noticia optimista y formidable. El PP fía las urnas a Esperanza Aguirre, una política populista, extremadamente hábil, que puede alardear de experiencia, pero cuyo nombre supone un abandono en toda regla del campo de la lucha por la regeneración. Aguirre no puede negar que lleva dirigiendo el PP de Madrid, un pozo del que ha salido un verdadero río de corrupción, desde 2004. El frente de la regeneración será ocupado por personas como Manuela Carmena, Ángel Gabilondo o José Manuel López, con menor experiencia política, quizás, pero todos ellos con formidable bagajes de buena gestión y de lucha por la limpieza política. Será una batalla verdaderamente magnifica.