El Francotirador. Carne de cañón
Clint Eastwood estrena rodeado de polémica 'El Francotirador', una cinta nominada a los Oscar y basada en hechos reales y protagonizada por Bradley Cooper
Madrid
A sus 84 años, el muy republicano Clint Eastwood rinde homenaje a los soldados americanos - hijos de las clases empobrecidas, patrióticas e incultas- que se dejan la vida y el equilibrio mental en los campos de batalla que decide el Pentágono. Esta es la lectura más positiva que puede brindar esta película biográfica de Chris Kyle, legendario francotirador de la guerra de Irak, que después de 160 insurgentes abatidos y de volver a casa como héroe nacional, fue asesinado en 2013 por otro veterano que como él mismo sufrió las secuelas de la experiencia bélica.
Para estos soldados y sus familias puede resultar una película consoladora. Sin embargo, para los espectadores no implicados se queda en un canto patriotero y plano, que simplifica la guerra encumbrando a los francotiradores, que son representados como máquinas de matar, y a sus víctimas como dianas caricaturizadas de villanos con turbante.
El Francotirador no aporta absolutamente nada a lo que ya hizo Kathryn Bigelow en En Tierra Hostil (2008): aquel infierno emocional que vivía Jeremy Renner tenía todos los matices del hombre enajenado por la violencia y perdido fuera de la guerra, completamente desorientado en inmensidad de un pasillo de supermercado.
Bigelow supera con creces la tensión de las escenas bélicas de Eastwood (que su director de segunda unidad, David M Berstein han rodado en Marruecos) y además , su reflexión sobre la deshumanización de los soldados resuena como un reproche sin matices en la película de la única directora que ha ganado el Oscar en su categoría en la historia de estos premios. Cosa que no sucede en El Francotirador, donde Clint Eastwood se mueve entre dos discursos contradictorios: por un lado subraya la condición de carne de cañón de los marines, y por otro, se arrodilla ante su sacrificio patriótico. Sois los buenos mercenarios que América necesita para usar y tirar, y os lo agradecemos con un emocionante funeral: esa parece ser la consigna que El Francotirador sugiere y que ha sido muy mal recibida en el Hollywood más progresista.
El Francotirador aspira a 6 Oscar, entre ellos película y actor protagonista, para un impresionante Bradley Cooper – no sólo por los 32 kilos de grasa y músculo- que viaja al final del túnel de la violencia y la manipulación que su gobierno hace de ella. Es una pena que su director no le haya ofrecido más matices.
