Aires nuevos

Madrid

Hace unos pocos años un pequeño grupo de jóvenes profesores universitarios se propuso unirse al Partido Socialista de Madrid y se presentó en una de sus agrupaciones para solicitar el ingreso. Se quedaron boquiabiertos cuando les respondieron que ni soñarlo, que si querían ingresar en el partido se olvidaran de entrar juntos en la misma agrupación. Cada uno debía solicitar el ingreso en puntos diferentes de la ciudad, no fueran a ser que se les ocurriera trabajar juntos y terminaran con hacerse con el mando. La anécdota refleja muy bien cuál ha venido siendo la situación en el PSOE madrileño: lo de menos era añadir militantes o abrirse a la sociedad; lo de más, conservar a todo trance el poder interno. El resultado de esa política fue la continuada pérdida de votos, hasta llegar en 2011, al peor resultado de su historia.

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El Partido Socialista de Madrid, la antigua Federación Socialista Madrileña, llevaba años pidiendo a gritos que la Ejecutiva Federal tomara medidas y dejara entrar nuevos aires. Lo curioso no es que el nuevo secretario general, Pedro Sánchez, haya exigido la retirada del actual equipo y encargado a una gestora que reorganice el partido. Eso debe haber sido casi un alivio para muchos de sus simpatizantes. Lo que no parece razonable es el momento elegido, a tres meses de las nuevas elecciones, y la torpe manera de hacerlo. El secretario general debe a los madrileños una explicación detallada y sincera de lo ocurrido, pero está por ver que su decisión, y los nuevos candidatos, vayan a tener peores resultados de los que hubiera obtenido el equipo destituido.