Préstamos a países y bancos

Madrid

Es curioso que sean dos países ajenos al euro, Estados Unidos y Gran Bretaña, los que más alto expresan su preocupación un eventual enfrentamiento de la Unión Europea, o más específicamente de Alemania y sus aliados, con el nuevo gobierno griego. Los dos creen que es imprescindible que se llegue a un acuerdo porque, a su juicio, las consecuencias del encontronazo serían mucho más graves para Europa de lo que Berlín parece creer. El más claro ha sido el presidente Obama, más comprensivo con la actitud de Atenas que con la del gobierno alemán: “No se puede continuar exprimiendo a un país que atraviesa una gran depresión”, dijo, casi resumiendo en pocas palabras lo que lleva meses explicando Syriza.

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El ministro español de Economía, Luis de Guindos, no parece compartir la opinión del presidente norteamericano. Para él, la prioridad es que los acreedores recuperen los préstamos concedidos. Parece lógico que un ministro de Economía se preocupe por los 26.000 millones de euros que, al parecer, han prestado los españoles a Grecia como país y que quiera recuperarlos. Lo que no se comprende es por qué ese mismo ministro no dice palabra sobre los 24.000 millones de euros que los españoles hemos prestado, no ya a un país, sino a una sola entidad financiera, Bankia. Por el contrario, ayer incluso supimos que el ministro ha dispuesto que seamos todos los españoles quienes paguemos el coste de las demandas judiciales por la salida fraudulenta de Bankia a Bolsa. Otros 1.400 millones. No hay manera de entenderlo.