Del triunvirato a la tetrarquía
Reflexión sobre las consecuencias de la victoria de Syriza en las elecciones griegas
Iñaki Gabilondo: 'Del triunvirato a la tetrarquía'
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Madrid
La aplastante victoria de Syriza señala el “hasta aquí llegó el agua de la paciencia social”. No anuncia la llegada de la revolución bolchevique, tampoco el fin de la troika, como cantó ayer con entusiasmo el partido ganador, pero sí comienza un tiempo nuevo. Porque el agotamiento de la paciencia social coincide con el desfondamiento de las convicciones ‘austericidas’, por falta de resultados.
La ortodoxia ya viene flaqueando. Contra la ortodoxia es el anuncio de Draghi de comprar cada semana 60.000 millones de euros de bonos. También el anuncio, aunque nebuloso, de Juncker, de relanzar la inversión. O las críticas cada vez más frecuentes del FMI a la política de austeridad brutal que tanto había defendido.
Syriza nunca dijo nada de abandonar el euro. Y hace unos días confirmó al ‘Finantial Times’ que asume sus compromisos con los acreedores, pero que reclama una renegociación de la deuda.
La principal consecuencia del resultado electoral que dejó a mi juicio es que la troika, tan soberbia, va a tener que sentar a su mesa a un cuarto invitado, la gente. El triunvirato va a pasar a ser tetrarquía.