Y mientras, Rajoy silba y mira hacia otro lado

Madrid

Hoy conocemos ya el detalle de las peticiones de la fiscalía anticorrupción para los implicados en el caso Gürtel. 110 años para el cabecilla de la trama, Francisco Correa, y 42 años y medio para el extesorero Luis Bárcenas.

Son penas importantes, y en el caso de Bárcenas sobre todo por lo que supone. El que fuera tesorero del PP, el que recibió el apoyo incondicional de la cúpula del PP con SMS de Mariano Rajoy incluido, incluso cuando ya se sabía lo de sus cuentas en Suiza, al que mantuvieron en su despacho y despidieron en diferido, el que manejaba el dinero del partido, el A y el B, porque está claro que la caja B existió y tuvo un papel fundamental en la economía del PP. Ínsito, son penas importantes, pero casi más importante es la descripción que hace la fiscalía del sistema corrupto en el seno del PP.

Dice que el Partido Popular creó una caja B opaca para hacienda y para el Tribunal de Cuentas que se nutría de fondos que incumplían la ley de partidos. Fondos donados por personas relacionadas con entidades que se beneficiaban de importantes adjudicaciones públicas. Les ha quedado claro, no. Una caja B de la que hacienda o el tribunal de cuentas no sabían nada donde iban las donaciones ilegales. Y esta vez la fiscalía no habla de Correa, de Bárcenas, de Lapuerta... habla del PP, del PP de Mariano Rajoy.

Y mientras tanto Mariano Rajoy silba y mira hacia otro lado, él y todos los que han tenido responsabilidades en el partido durante el periodo de la Gürtel. Y no solo silban. Hoy el PP ha tenido la desfachatez de incorporar una enmienda a la reforma del código penal, según la cual la financiación ilegal de un partido político solo llevará pena de cárcel a partir de los 500.000 euros, por debajo de esa cantidad el castigo será una multa. Sabe perfectamente el Partido Popular, porque ha sido en su partido, que casi ningún donante supera esa cantidad.

Este es el concepto de transparencia y buenas prácticas del Partido Popular, del Partido en el gobierno. Mientras la justicia le va desnundando poco a poco.

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