Radicales y reaccionarios
Comentario de la columnista de 'El País', Soledad Gallego-Díaz, en 'Hoy por Hoy' del martes 13 de enero de 2015
La mirada de Soledad Gallego-Díaz: 'Radicales y reaccionarios'
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Madrid
Alguien radical es alguien que defiende reformas muy profundas en cualquier aspecto de la vida. Alguien reaccionario es alguien contrario a cualquier tipo de innovación. Así que sería mucho más apropiado hablar de islamistas reaccionarios y no de islamistas radicales para referirse a los grupos violentos que están tratando de imponer su visión petrificada del Islam a través de una violencia desatada. Es el reaccionarismo, el pánico a las innovaciones, lo que les mueve y ayudamos a la confusión cuando les calificamos de radicales. No lo son. Son retrógrados. Violentamente conservadores.
Reaccionario es también el primer ministro de Hungría Victor Orban, que aprovechó su asistencia a la manifestación de ParÍs para pedir que se restrinja el acceso de inmigrantes con “características culturales diferentes”, palabras textuales. Desde luego, en Hungría no vamos a permitirlo, tronó. Pues muy bien. Lástima por los húngaros. A Orban, dirigente de un país donde aumenta el antisemitismo más repugnante y donde cada día se denuncian más casos de maltrato a gitanos, hay, sin embargo, algo que agradecerle. Es muy claro. No se esconde detrás del rechazo al terrorismo que sin duda comparte. No, él lo dice sin tapujos: es la inmigración económica la que quiere que se pare como sea, porque, según él, es eso lo que trae problemas y peligros a Europa. Así que ya saben lo que están pensando algunos, de verdad.
Soledad Gallego-Díaz
Es periodista, exdirectora del periódico 'EL PAÍS'. Actualmente firma columnas en este diario y publica...