'Je suis'

Madrid

En prácticamente todas las capitales europeas y otras partes del mundo sonó anoche el ‘Yo soy Charlie’ o el ‘Todo somos Charlie’ en respuesta al brutal atentado en el semanario satírico ‘Charlie Hebdo’ que ayer acabó con la vida de 12 personas en París. La Policía tiene identificados a los tres presuntos asesinos y uno de ellos, de 18 años, se ha entregado esta madrugada. Los otros dos son hermanos, franceses de origen tunecino, y siguen huidos y armados.

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Hoy es día de luto en Francia y de condena y perplejidad en todo el mundo occidental que da la impresión de no saber muy bien qué hacer, cómo enfrentar esta nueva forma de terror cuyos autores habitan entre nosotros. Muchos han crecido y se han educado aquí.

Desestabilizar y dividir es uno de los objetivos de los fanáticos. Y lo consiguen cuando tanto la extrema derecha intenta sacar tajada de la situación, del miedo que esta matanza provoca... para convertirlo simplemente en miedo al otro, al distinto, al inmigrante, al refugiado... a los que son tan víctimas de la situación como los compañeros periodistas que ayer cayeron en París.

Habrá tiempo de denunciar ese peligroso y miserable ventajismo político. Hoy toca compartir la pena por la pérdida sinsentido de doce vidas humanas. Defender sin fisuras la libertad de expresión y el derecho a la crítica y seguir ejerciéndolos sin cesar. Y afrontar con seriedad, sin prejuicios ni demagogias, pero con la ley y el estado de derecho en la mano y guiados por la razón, la enorme amenaza del yihadismo terrorista que ha vuelto a regar de sangre el corazón físico y simbólico de Europa.