Boris y Gemma, juntos de nuevo
El escritor aprovecha la publicación de su último libro para visitar la que fue su casa durante años
Madrid
Que estuviera allí para presentar un libro no evitó que cediera, de cuando en cuando, a la tentación. Ha pasado más de un año desde que Boris Izaguirre y Gemma Nierga dejaran de compartir micrófono, y tanto ellos como los tuiteros han reiterado lo presente que siguen teniendo la combinación de sus voces. En esta ocasión, su conversación ha partido de Un jardín al norte, la novela que el venezolano ha ultimado sobre la espía inglesa Rosalind Fox. "Coqueteo con todo menos con el chavismo y las derivaciones que pueda provocar en cualquier parte", ha reiterado el escritor, a la hora de ubicarse políticamente, con todo, en el pensamiento de izquierdas; y así mostrar su distancia con respecto de la protagonista de su obra, de derechas.
'Para escribir tengo que estar bien vestido'
25:02
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"Tenía mis dudas acerca de elegirla como personaje, porque estaba del lado de los vencedores", cuenta Izaguirre. Sin embargo, sus allegados le acabaron convenciendo, así como la misma María Dueñas le prestó las memorias de la británica para que pudiera escribir esta historia ubicada en la posguerra española. Fox, amante del alto comisionado del régimen franquista en África, Juan Luis Beigbeder, pasaría a la historia como la mujer encargada de averiguar cuál sería la implicación española en la Segunda Guerra Mundial. Según el escritor que hoy la ha recompuesto en forma de personaje, incluso atribuyó la fría relación entre Hitler y Franco a una inoportuna siesta que este durmió durante su encuentro en Hendaya.
El autor encontró la inspiración poco después de desistir del libro en el que llevaba tiempo trabajando: "Y ese momento es horrible". La historia de amor tan emocionante que unía a Fox y Beigbeder, con sendos matrimonios e incluso hijos, le acabó convenciendo. Incluso, como cuenta desde las risas, eligió escuchar la voz de Carla Bruni, cuya relación con Sarkozy le resultó buena compañera de la trama de su obra, mientras trabajaba en ella. Eso y, por supuesto, sentirse bien vestido antes de escribir. El resultado, "un superhéroe con bolso", como habla elogiosamente de su personaje.
Lo que el autor sí reconoce que tiene en común con su protagonista es el sentido de la alegría. A pesar de haberse despedido recientemente de su madre, no oculta una anécdota: su padre sintió que el ánimo que poblaba el funeral se asemejaba más al cóctel que al duelo, y él le respondió que ese era su mejor homenaje. Y sin bajar el tono alegre de la conversación, ha dedicado unos minutos a alabar lo inspirador de la mujer que le educó. A diferencia de las reflexiones que ha compartido sobre la protagonista de su libro, sobre ella y sus virtudes no ha guardado ninguna reserva.
- BORIS IZAGUIRRE, ESCRITOR