Un año devastador para Unicef

Madrid

Siempre que se aproxima el fin de año, los medios y muchos organismos internacionales hacen balance. La Unicef, por ejemplo, lo hizo público ayer. 2014, señala, ha sido un año devastador para los niños: hasta quince millones quedaron atrapados en conflictos especialmente crueles con los civiles en Centroáfrica, Siria, Irak, Sudan o Gaza. Más de dos millones de niños abandonaron sus hogares en Centroáfrica, más de un millón salieron huyendo en Siria, junto a sus familias.

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El director ejecutivo de Unicef, Antonhy Lake, no se ha mordido la lengua: “Nunca en tiempos recientes tantos niños han sido sometidos a una brutalidad tan atroz. Han muerto mientras estudiaban en sus escuelas, mientras dormían en sus camas, han quedado huérfanos, han sido secuestrados, reclutados como soldados…”. Setecientos murieron en Irak, más de quinientos en Gaza. Han muerto también, decenas, habría que añadir, ahogados cuando intentaban cruzar el Mediterráneo y llegar a nuestras costas. En la barca que naufragó el pasado viernes frente a Cabo de Gata viajaban unas 60 personas, de las que treinta, siete de ellos niños menores de dos años, han desaparecido. Si no se hace nada para evitarlo, lo previsible es que 2015 sea parecido. Bien esta irlo sabiendo.