Los que mandan viven en otro mundo
La última reflexión del día
¿Por qué Rajoy, tan reacio a descabezar el PP de Madrid, sale ahora en defensa de Esperanza Aguirre? Pues, sencillamente, porque su caso y el de la presidenta se parecen mucho. El propio Rajoy lo ha dicho: se ha equivocado como yo, tiene mi apoyo.
Es decir, las mismas razones que se argumentan para que Aguirre se vaya podrían utilizarse para pedir la dimisión del presidente, con el agravante de que este tiene más poder sobre el partido que Aguirre y, por tanto, más responsabilidad.
Decía Pablo Iglesias a Jordi Évole que no ha recibido ningún mensaje ni propuesta de conversación por parte del poder económico. Me consta que ya no es así y que en algún caso hay ya fecha cerrada para un encuentro, lo cual significa, primero, que se lo toman en serio y, segundo, que van a lo práctico: conversar puede ser más útil que demonizar.
Los diputados del PP temen un descalabro. Piden a Rajoy que actúe y vetan un pleno sobre la corrupción en el Congreso para evitar a Rajoy el trance de dar explicaciones. ¿En qué quedamos? Quizás les falta dar un paso más: comprender que Rajoy es el problema, no la solución. Pero fue Rajoy quien los puso ahí. Se busca un buen traidor.
Cuando hay una crisis política profunda pero se carece de liderazgo y de estrategia, ¿qué ocurre? Que operan los autorreflejos. Prohibimos la consulta catalana, que esto siempre da votos. Un cálculo que al nivel de deterioro del PP empiezo a dudar de que sea efectivo. En cualquier caso, la posible suspensión del 9-N abre dos preguntas: ¿seguirá Artur Mas en su línea de operar siempre dentro la legalidad vigente, o mantendrá el sucedáneo de consulta al calor de la reacción provocada por la suspensión? ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar Rajoy? ¿Mandaría a las fuerzas de orden público a retirar urnas y cerrar locales? Probablemente, esta foto sería el primer triunfo internacional del soberanismo.
España es el segundo país de Europa con mayor desigualdad después de Letonia. La brecha entre ricos y pobres se está haciendo tercermundista. Este debería ser el primer problema en la agenda política, pero los que mandan viven en otro mundo.