¿Peligroso para la sociedad y buen padre para su hija?

Un juez de Aranjuez ha permitido que un preso acusado de matar a su mujer de un disparo en la cabeza pueda tener un régimen de visitas con su hija de cuatro años, una cría que estaba en casa el día del crimen. Lo ha hecho en virtud del informe del equipo psicosocial del juzgado que considera estas visitas beneficiosas para la niña, algo que contradicen la psicóloga y la psiquiatra que atienden a la pequeña. Se nos escapan las razones del hipotético beneficio. Y no entendemos que el encuentro con un hombre al que se le retiró la patria potestad por el presunto crimen pueda aportar beneficio alguno para la niña.

Es verdad que Raúl Romero Peña, así se llama, no ha sido juzgado. Pero desde hace un año espera el juicio en prisión preventiva porque, suponemos, este individuo en libertad es potencialmente peligroso para la sociedad. Y no se puede entender, finalmente, que una persona alejada de la sociedad para evitar un daño potencial pueda acercarse tanto a su pequeña hija.