La prensa escrita de esta mañana viene cargada de literatura por la pérdida de Ana María Matute. «Algunas noches el Coronel oía llorar a un niño en la oscuridad. Al principio se preguntaba quién sería, puesto que hacía muchos años que en la casa no vivía ningún niño». Así empieza la novela póstuma de la escritora catalana que, según nos desvela El País, llevaba el título de «Demonios familiares». Singular título en un día en el que la foto de Matute disputa las primeras a la hermana del Rey. La imagen de la Infanta Cristina destaca sobre el color salmón en el Financial Times y es objeto de comentario en Alemania, donde el Frankfuther Allghemeine habla de «la incómoda hermana del rey» y relaciona este procesamiento con la urgencia en aprobar en el Parlamento el aforamiento de la familia real al completo. Incluso, el Süddeutsche se llega a preguntar qué sabía el Rey Juan Carlos de los asuntos de su hija. Pese a que ABC advierte en su editorial: «Doña Cristina, imputada, no condenada», El Mundo estima que «a la vista de la solidez de los argumentos del juez Castro lo previsible es que la Audiencia» (provincial) confirme el procesamiento. Para El País se debe llegar «Hasta el final» cualesquiera que sean las consecuencias. El diario global estima que la Casa Real ha reaccionado bien en esta ocasión al manifestar su «pleno respeto» y considera que «recuperar la confianza en las instituciones» supone que a la Infanta se le trate como a cualquier otro ciudadano. «Legalidad y transparencia», reclama La Vanguardia que considera lógico que la ciudadanía exija hoy a las instituciones, empezando por la Corona, un mayor grado de ejemplaridad y transparencia. Por cierto, que si en España aumentamos el número de aforados, en Francia lo reducen. Al menos esa es la intención de François Hollande que, en declaraciones a Le Monde, anuncia que los ministros serán juzgados por la justicia ordinaria. El Presidente francés se dispone a suprimir la Corte de Justicia de la República, único tribunal que puede juzgar a los miembros del gobierno en el ejercicio de sus funciones. No será antes del año que viene, pero hay queda el anuncio. Hollande que, de cara a la cumbre europea de esta noche y mañana, parece haber tomado impulso. «Unión Europea: la izquierda al ataque» se permite titular en primera Liberation al constatar la nueva alianza entre Hollande y el italiano Renzi. Su corresponsal en Bruselas, el muy curtido Jean Quatremer, se aventura incluso a firmar un análisis en el que observa «una nueva cara para Europa». «La designación del presidente de la Comisión por los eurodiputados -sostiene- podría cimentar una democracia parlamentaria». Desde luego, soplan otros aires. Hasta el muy riguroso comisario económico, el finlandés Oli Ren, asegura en una entrevista en EL País que «ya no es el momento de hacer recortes excesivos y agresivos». El encargado de gestionar esta posible inflexión será Jean Claude Juncker, cuya elección hasta la prensa británica da por descontada. Y eso que la BBC, apoyándose en una información del Süddeutsche, denuncia que el exprimer ministro luxemburgués cobró importantes cantidades en una trabajo paralelo de asesoría de las grandes corporaciones. Un trapo sucio que no impedirá que Cameron se quede solo. De ahí que los diarios hagan cábalas sobre el resto de puestos. Financial Times sitúa al español Luis de Guindos como uno de los favoritos para presidir el Eurogrupo en pugna con el francés Moscovici. Rajoy debe estar muy tranquilo respecto al futuro de su ministro porque esta noche estará ausente de la cumbre europea al asistir en Guinea a la cumbre africana. Y para dejar constancia, el presidente del Gobierno firma una tribuna en El País que titula «Ubuntu», un término africano que Madela, explica Rajoy, resumió en una frase sencilla: «estamos juntos en esto». Porque, explica el jefe del ejecutivo, viajo a Malabo a decir que España apuesta por la nueva África, donde los dictadores son una especie en vías de extinción. Una sentencia que no será del agrado de su anfitrión: Obiang Nguema. En el otro lado del planeta, otro dictador tampoco está contento en este caso con Hollywood. El régimen comunista de Corea del Norte ha hecho público su malestar contra la comedia «The Interview», en la que los actores Seth Rogen y James Franco interpretan a dos periodistas de televisión encargados por la CIA de asesinar al querido líder, Kim Jong-un, encarnado por el actor Randall Park. En un comunicado, un portavoz norcoreano califica la película de «terrorismo y acto de guerra intolerable» y amenaza con represalias implacables en caso de que Estados Unidos no impida su estreno, previsto para octubre. Terminamos con el tuit que hoy es una viñeta. La de El Roto para El País. Una mujer le dice a otra: «El feto de la ley del aborto viene con malformaciones». «Nadie llorará su pérdida», es la respuesta. http://t.co/XfcgPXK09W EL ROTO.#EltuitdePatiño? José Maria Patiño (@Chemaparis) junio 26, 2014