El domingo se antoja un día trascendental para Europa. El Viejo continente se la juega en dos sufragios. El primero, interno, para renovar su Parlamento. El segundo, en Ucrania, en la elección de un presidente legitimado en las urnas. Del buen desarrollo del escrutinio y del comportamiento de Putin depende en gran parte la guerra o la paz a las puertas de la Unión Europea. Así de trascendental se pone el diario Le Figaro para recalcar el nuevo papel que la OTAN ha adquirido con la crisis ucraniana respecto a la política exterior de los 28 socios comunitarios. El New York Times enfatiza que, por primera vez, en mucho tiempo el propio secretario general de la organización atlántica ha advertido a Rusia mientras el Times de Londres destaca el llamamiento formulado por el jefe del ejército de Estonia: «La OTAN debe salvarnos». En este ambiente enrarecido, la mayoría de diarios apuntan ya un ganador: «el rey del chocolate», como le denomina Le Monde. Petro Porochenko, 48 años, «es un hombre de poder que se mueve como pez en el agua en la confusión de los negocios privados y el interés nacional. Participó en un gobierno salido de la »revolución naranja y después en otro de Viktor Ianukovith, el presidente pro Moscú destituido a finales de febrero. Lo que refleja, concluye el diario francés, una habilidad de la que el candidato no le gusta hablar. Y el otro escrutinio, el del Parlamento Europeo, ha empezado ya y parecen cumplirse las previsiones. Vamos camino del terremoto, resume esta mañana en su página web el diario The Guardian. A pesar de que se ha prohibido a los diarios británicos avanzar los resultados de la votación de ayer, la victoria del Ukip de Nigel Farage parece inevitable si tenemos en cuenta los resultados del otro escrutinio, elecciones locales parciales, que tuvo lugar ayer en el Reino Unido: el partido anti Europeo desangra a los conservadores de Cameron pero también recibe votos de los laboristas que suben ligeramente. Y eso a pesar de que, como analiza Financial Times, el premier británico lleva a cabo una campaña en el seno del Consejo Europeo para bloquear la designación de un federalista como el candidato del PPE, el luxemburgués Jean Claude Junker. Por contra, en Holanda, el partido populista de Wilders pierde y se queda en cuarta posición, lo que es «un éxito para los pro europeos», a juicio del Frankfurther Alghemeine. Por cierto, Pepa, una curiosidad respecto al escrutinio de ayer en Gran Bretaña que leemos en Liberation: la junta electoral prohibió hacerse «selfies» -esos autorretratos con el móvil- en el interior de las cabinas de votación porque se viola el secreto del voto. En España, el retrato lo hizo el Real Instituto El cano al revelar el desinterés que Europa provoca en los españoles. Hace falta, por tanto, «otra Europa», como pide El Correo en un editorial. Los datos de la encuesta exigen unas instituciones europeas menos herméticas y funcionariales y más pedagogía sobre el futuro de la Unión a cargo de los partidos en la campaña. Un ejercicio que no se le pude negar al candidato popular, Miguel Arias, que publica una tribuna en ABC en la que juzga necesario repensar Europa porque carece de un objetivo de carácter global y se queda solo con el rendimiento como fundamento legitimador«. José Ignacio Torreblanca, en El País, reflexiona sobre el avance del euroescepticismo y hace una metáfora en la que un túnel representa la construcción europea. Hace 60 años era muy ancho, sostiene, pero se ha ido estrechando tanto por la derecha como por la izquierda y, a su vez, el proyecto de integración se ha ensanchado enormemente: del carbón y del acero ha pasado a ocuparse de casi todo -desde la agricultura a la igualdad de género- y encima pretende ocuparse de otros asuntos de gran calado político: como un ministro de finanzas europeo o un presupuesto común. »Cuando un vehículo es grande y el túnel es pequeño sólo caben dos opciones: o ensanchar el túnel o reducir el convoy. Eso se dilucida el domingo, a juicio de Torreblanca. Y además de las urnas, el otro asunto de este fin de semana es el fútbol. De la final de mañana hablamos luego, pero fíjate que ya se habla del Mundial, que empieza en 20 días y el diario brasileño Globo ha tenido una buena idea para que los periodistas que comenten los partidos pronuncien correctamente los nombres de los jugadores de las diferentes selecciones y han grabado las alineaciones en cada idioma. ¿Una muestra?Pues allá van... los nombres de un jugador alemán, un griego, un holandés, un iraní y un coreano... Terminamos con el tuit de Patiño. El discurso que Pérez Reverte pronunció en la entrega de los Premios Ortega y Gasset y que reflexiona sobre periodismo con el título: «La auténtica épica, pelear por la verdad».