El editorial de Pepa Bueno: "Jugar con fuego"

Rusia culmina este jueves el despliegue de 150.000 soldados en la zona fronteriza con Ucrania. Hasta el domingo tiene previsto hacer maniobras militares en una demostración de fuerza que el Kremlim desvincula de la caída de Yanukovich. Pero Estados Unidos ya ha advertido a Moscú de que sea "muy cuidadosa" con lo que hace porque cualquier intervención sería "un grave error".

Tropas rusas a las puertas de Ucrania, un país en plena efervescencia revolucionaria y dividido entre los sentimientos pro-rusos y proccidentales. Una división que ayer se convirtió en enfrentamiento en Crimea, al sur del país, o en Járkov, la segunda ciudad de Ucrania.

Claramente europeista es el nuevo primer ministro del país Arsei Yatseniuk, un veterano opositor a Yanukovich, que ha presentado a su gobierno ante los concentrados en la plaza de la Independencia de Kiev, antes que en el Parlamento, adonde acude hoy. Rusia no reconoce la legitimidad de estas nuevas autoridades mientras Estados Unidos y Europa buscan la manera de facilitarles financiación para evitar la bancarrota y el agravamiento de la crisis política.