Scorsese, demasiado sexo para Hollywood

La última obra del maestro Martin Scorsese no deja indiferente a nadie y mientras que algunas voces han celebrado su adrenalina, personajes explosivos y maestría cinematográfica, otras la descalifican como pornográfica y glorificadora de aquellos males sociales que retrata. Con sus 569 usos de la palabra fuck -la más en la historia del cine- y sus desnudos y escenas de sexo al borde de incumplir la calificación R (para mayores de 17 años), El lobo quizás sea too much para algunos académico en su votación de la mejor película del año

'El lobo de Wall Street', de Martin Scorsese, son tres horas de desenfrenado exceso, para muchos un tour de force de autoridad en montaje, música e interpretaciones. Tiene cinco nominaciones gordas, que incluyen mejor película, mejor actor protagonista (Leonardo Dicaprio), mejor actor de reparto (Jonah Hill), mejor guion adaptado (Terrence Winter) y mejor director.

Scorsese tuvo que ser nominado cinco veces al Oscar a mejor director antes de llevárselo por 'Infiltrados' en 2006, que aunque no se considere uno de sus obras cumbres, representa ese miedo que sentía Hollywood de dejar al director que cumplía por entonces 63 años fuera de la historia de los Oscar. Sin embargo, desde aquel triunfo ha disfrutado de otras dos nominaciones más (en 2012 por 'La invención de Hugo' y ahora por 'El lobo de Wall Street') y quizás el haberse quitado de encima el peso del Oscar le ha permitido volver a hacer el cine, con el ánimo de Leonardo DiCaprio, que a él más le apetece hacer. Y eso se nota en el metraje porque Scorsese ha hecho la película más larga de su carrera, seis minutos más que el subcampeón 'Casino', dándose el gustazo de dejar dentro de la película todas las escenas que le apetecía que estuvieran, la auténtica versión del director.

Y si El lobo gana mejor película del año, la estatuilla sin duda será compartida con Leonardo DiCaprio, que fue quien tuvo la idea de adaptar la autobiografía del ex corredor de bolsa Jordan Belfort y le convenció a Scorsese de atreverse con el material. Es la quinta película que hacen juntos, desde 'Gangs of New York' en 2002, una relación solo comparable a la colaboración fructífera entre el director y Robert De Niro, que han hecho un total de ocho películas juntos desde 1973, empezando con 'Malas calles' en 1973.

Y frente a todo el revuelo que ha creado 'El lobo de Wall Street', Scorsese ha explicado en entrevistas que no podía hacerlo de otra manera: "Siempre he dicho que si le das libertad total a tus personajes, les dejas ser y actuar realmente como desean, el público te lo aceptará". Y justamente esa autenticidad bruta de sus personajes ruines hace de su cine un producto tan atractivo pero a la vez tan rechazado a la hora de premiar, aunque no nominar. Y en esa línea podemos ver ejemplos claros de cómo obras maestras de Scorsese han llegado a las nominaciones de los Oscar pero han perdido frente a competidoras dignas pero más blandas (en comparación), como cuando 'Taxi Driver' perdió frente a 'Rocky' en 1977, 'Toro Salvaje' frente a 'Kramer contra Kramer' en 1980 y 'Unos de los nuestros' contra 'Bailando con lobos' en 1991. Por ello, que nadie se haga demasiadas ilusiones con 'El lobo de Wall Street', porque aunque Leonardo DiCaprio quizas suba como mejor actor por aquello de la gran deuda que tiene la Academia con él, en la categoría de mejor película lo más probable es que veamos triunfar la odisea espacial de Cuarón o el trauma histórico de McQueen.

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