¿Qué teme Rajoy?

La noticia de hoy no ha sido la rueda de prensa de Mariano Rajoy. La noticia es que hacía un año que no concedía una semejante. En una democracia parlamentaria, el presidente responde ante las Cortes. Pero en una democracia moderna debe responder también ante los periodistas, que es hacerlo ante los ciudadanos. Sin plasma, como ha sucedido en dos ocasiones ridículas este año.

Cuando además el silencio presidencial cunde al mismo ritmo que se multiplican los asuntos que le afectan, la situación es preocupante. ¿Qué teme Rajoy? Sería preocupante que le dieran miedo los medios o los ciudadanos en nombre de quienes preguntan. Pero quizás quepa pensar algo aún peor: que se dé miedo a sí mismo. Porque ni los medios ni los ciudadanos han cambiado desde que Rajoy le espetó a Zapatero, tras su ausencia en la fiesta minera de Rodiezmo en 2010, que "un buen gobernante tiene que dar la cara, que su ausencia era la plasmación gráfica del engaño ante las españoles". Ni han cambiado desde que el propio Rajoy dijera de sí mismo recién investido que iba a ser "un presidente que iba a dar la cara y no se iba a esconder". Comparecer solo 45 minutos para responder de un año cargado de preguntas se parece bastante a esconderse.