La mirada de Soledad: "Una dimisión razonable"

Como era esperable, el Gobierno y el Partido Popular han llamado la atención a José Ignacio Wert para que muestre un poco más de dedicación y de empeño en su trabajo. Quieren que rectifique y que no suprima las ayudas estatales a las becas Erasmus en este mismo curso, cuando ya hay miles de estudiantes españoles en universidades extranjeras.

Lo llamativo ahora es ver como un ministro al que sus colegas corrigen en público sigue en su puesto, como si nada hubiera sucedido. Ellos pueden llamarle la atención, pero los ciudadanos no podemos hacer otro tanto y no podemos, ni tan siquiera, esperar que le quiten rápidamente de ese ministerio.

Seguramente, Wert debería haber dimitido hace ya varias semanas, cuando comprobó que su reforma educativa concitaba el rechazo, prácticamente, de todo el mundo: alumnos, profesores y padres y madres de familia, además de la inmensa mayoría de los grupos parlamentarios. No lo hizo entonces, pero es evidente que está muy "tocado" y que no acierta en nada de lo que hace o dice.

Pero nada de eso le hará dimitir y nada de eso hará que le cesen. Habrá que esperar a que el presidente Rajoy tenga a bien realizar un reajuste general del Gobierno para que Wert haga lo da incluso la impresión que él mismo está pidiendo a gritos: marcharse, dejar de ser ministro de Educación.