¿Y si recortamos también las palomitas?

Yo sé que hoy con Bill Gates, con Inés del Río, con Joan Rosell queriendo jubilarnos a los 70. Este puede ser un asunto menor. Pero estaba pensando que si después de la buena experiencia de la fiesta del cine alguien decide rebajar los precios, podríamos aprovechar para abordar lo de las palomitas. Quizás a algunos no les importe porque mascar palomitas no es ruidoso. Bueno, salvo que haya veinte a tu alrededor zampando comunitariamente de esos inmensos boles. Tampoco suenan las anchoas en pan de molde y no parecería lo más apropiado.

Cuando uno se gasta una pasta por ver una película en el cine también está comprando el ambiente para disfrutarla plenamente, sin despistes. Como diría Cañete, los que tenemos una edad hemos comido, bebido y fumado de todo en los cines. Pero los tiempos han cambiado y las palomitas permanecen. Quizás no haya que prohibirlas, pero así como hay sesiones en 3D, en V.O., sesiones golfas y matinales, ¿podríamos pedir sesiones sin palomitas sin molestar a nadie?