La erosión de las instituciones

El presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos, es coautor de un texto del año 2010 que anticipa exactamente buena parte de las medidas estrellas de la reforma laboral aprobada por el gobierno del Partido Popular, reforma sobre la que tiene que pronunciarse el tribunal que preside Pérez de los Cobos.

Ese texto, que se publicó como un artículo de la revista Relaciones laborales y que este jueves les cuenta la Cadena SER, lo firmó a medias con Xavier Thibaut, actual director general de Empleo en el Ministerio de Fátima Bañez. Hay cuatro artículos de la reforma laboral prácticamente calcados de las propuestas que ambos hacían entonces.

Nos preguntamos... ¿puede alguien dictaminar con imparcialidad sobre una ley basada en sus propuestas? El hallazgo de estas coincidencias siembra una nueva duda sobre la idoneidad de Pérez de los Cobos para estar al frente del tribunal. Hay que recordar que en su carrera hacia el Constitucional, ocultó que había sido militante del PP, lo que habría mermado sus posibilidades de llegar a presidirlo.

En este momento de tantas incertidumbres, hace más falta que nunca preservar a las instituciones de cualquier sospecha sobre su funcionamiento. Y no hablamos de una institucional cualquiera. Es el Tribunal Constitucional. ¿Habrá explicaciones hoy? ¿O habrá que acostumbrarse como en tantos otros asuntos de nuestra vida pública, a seguir tirando como si nada pasara?

Donde los hechos han tenido consecuencias inmediatas, ha sido en el PSC. Su antiguo hombre fuerte José Zaragoza ha ido dejando cargos según le salpicaba la investigación sobre el espionaje político en Cataluña. Y este miércoles ya abandonó el último. Por la tarde anunciaba que dejaba de ser miembro de la Federal del PSOE tras publicarse un email en el que daba el visto bueno a que se espiara a un contrincante político. Asegura que se va para proteger a su partido de la erosión del escándalo. Pero conserva el escaño, o sea sigue siendo aforado. Debe ser que es más importante proteger al partido que al Congreso de los Diputados.

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Y sobre Siria, la primera votación en Estados Unidos autorizaba anoche a Obama a realizarlo, pero ha sido mucho más ajustada de lo previsto. La Comisión de Exteriores del Senado da luz verde a la intervención por 10 votos a favor y 7 en contra. El asunto debe ir a pleno todavía pero esta votación y las grietas entre los progresistas franceses que pudieron escucharse este miércoles en la Asamblea Nacional demuestran la complejidad del mundo en que vivimos.