SER Historia: Vicios y Pecados
El <b>Siglo de Oro</b> en España está repleto de contrastes, existe el lado del boato y la riqueza artística y creativa y por otro están los trapos sucios de la sociedad
Siempre que se habla sobre estos malos hábitos se suelen relacionar con temas sexuales, no obstante, la noción de pecado y de vicio pero va más allá. Los pensadores de la época admiten que el pecado es inherente al humano, incluso reincidente.
Durante esta época, la Iglesia católica tenía una obsesión y no era el pecado en sí, si no la visibilidad pública, la idea de invitar al pecado y que éste se difundiera, ya que a la institución le interesaba mantener un control social. Tanto que controlaban el tiempo de ocio, la ingesta de alimentos y las actividades lúdicas que ellos consideraban inútiles para el servicio del alma.
No obstante, los individuos acababan infringiendo las normas por lo que se llegaba a una negociación, ya que lo más importante para ellos era salvar su alma haciendo las menores concepciones posibles en su vida terrenal.
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Desde un punto de vista teológico, a raíz del Concilio de Trento, se impone una moral probabilista, más relajada, defendida por órdenes religiosas, donde se intenta facilitar al individuo la salvación de su alma. Pero esto generó un caos en el mundo de los penitentes, hasta tal punto que había una clasificación de pecados que dependía del oficio que se desempeñase, por lo que no se puede hablar de una sola moral, mostrando así una realidad compleja y llena de matices.
Se puede decir que existe diferencias de los pecados entre los hombres y las mujeres, siendo más la mujer por la victimización del cuerpo femenino, como el caso de las ventaneras, mujeres que se ponían en las ventanas para exhibirse, algunos teólogos era pecado ya que invocaba a la lujuria.